El pasado sábado 26 de octubre pudimos disfrutar de un espectacular equipo de alta fidelidad en Werner - Barcelona.
Los pasados 25 y 26 de octubre Werner, la más antigua tienda de alta fidelidad de Barcelona (¡y todo España!) tuvo a bien organizar un espectacular evento. Me cuentan que el día viernes el recibimiento fue aún mayor al o esperado, con audiófilos de la Ciudad Condal abarrotando el Loft Werner que, para quién no lo conozca, es un escenario espectacular para disfrutar de este tipo de audiciones.
Yo me tuve que conformar por asistir el sábado que, no viviendo en Barcelona, era el día que acomodaba mejor a mis demás quehaceres. Lluvia torrencial incluida, llegué lo más puntual posible a la cita, colándome entre los asistentes y tomando asiento en la parte delantera de la sala, para poder hacer un par de malas fotografías que, más que adornar esta entrada, deberán servir para que ejercitéis la imaginación y podáis apreciar la magnitud del equipo ahí expuesto. El cual, por cierto, me permito detallar a continuación:
Altavoces:
- WAY Cables Speaker cable EndlessX (Single-wire en el amplificador a Tri-Wire en los altavoces).
Fuente Digital:
- WAY Cables Ethernet cable MIND.
- WAY Cables Analógico XLR interconnect cable PoetryX al preamp.
- WAY Cables Power cable CORE.
Fuente Analógica:
- Extreme Audio Tourbillon con 2 brazos.
- CAPECCI AUDIO & FABER Pre-amplificadores a válvulas y en estado sólido.
- WAY Cables Phono RCA interconnects PoetryX del tocadiscos al previo de phono.
- WAY Cables Analog RCA interconnects PoetryX y HARMONY+ de los previos de phono al pre-amplificador.
- WAY Cables Power cable SUBSTANCE+ para el tocadiscos.
- WAY Cables Power cable CORE para el previo de phono.
Amplificación:
- WAY Cables Analog RCA interconnect PoetryX del previo al amplificador de potencia.
- WAY Cables Power cables CORE para el previo y el amplificador.
Si me permiten trataré de dar, de la mejor manera posible, mis impresiones sobre el evento. Comenzaré por decir que, aún con las terribles condiciones meteorológicas que se habían anunciado, la sala estaba a tope. Esto es significativo, pues representa en gran medida el interés que despertó el evento y es que, vamos, no todos los días se puede escuchar un sistema de audio que supera, con facilidad, el cuarto de millón de euros. La organización, magnífica. El espacio excelentemente acondicionado y una atmósfera agradable y que invitaba a disfrutar de la música.
Los altavoces MAAT Vector XAC son, en una palabra, imponentes. Te reciben con una pareja de woofers de 15" que reproducen el grave de una manera impactante. No es que hagan retumbar la habitación avasallando el resto de frecuencias, no. El término más correcto sería complemento. El rango dinámico de los altavoces es impresionante en sí mismo, con un rating de 20-30.000 Hz y, opcionalmente de 20-100.000 Hz. Basta decir que, sobradamente, reprodujeron todo lo que se les hizo llegar. A continuación, algunos ejemplos.
Vanishing Act - Lou Reed. Lo que más me sorprendió en la escucha fue el nivel de detalle presente en la grabación. Pero claro, esto no es evidente con cualquier sistema. Aunque las sutilezas puedan ser apreciadas, el conjunto de las MAAT lo llevó a un nivel impresionante. Lou Reed parecía medir más de 2 metros y era como tenerlo frente en la sala y rodeado de un silencio profundo, muy profundo. La sensación de intimidad que produjo esta escucha causó, al menos en quien escribe estas líneas, una gran impresión con respecto a las capacidades del equipo. Era notorio el sonido que hacía Reed al gesticular, era palpable la calidez del tono de su voz y su proximidad al micrófono. Todos y cada uno de los detalles eran apreciables.
Fanfare for the Common Man - Minnesota Orchestra. El estruendo del inicio de este tema de Copland me pilló desprevenido. Claro, a mi nadie me estaba avisando que iban a poner esto. El estruendo del tambor y los instrumentos de latón que siguieron fueron impresionantes. El sentimiento primitivo que asalta los sentidos al escuchar un tambor (casi en tono de guerra) me hizo casi pararme de mi asiento. La apreciable extensión en las frecuencias graves no sólo servían de contraste a la bella composición, hacían que la música fuera palpable.
Blood Count - Stan Getz. Por descontado uno de mis temas favoritos para apreciar la capacidad de un sistema. Pedí específicamente que hicieran favor de poner el tema, para lo que me invitaron a ocupar el sitio en el medio de la sala, que estaba designado como el sweet spot. Este tema tiene algo y es que, en el segundo 0,1 te atrapa. Es casi imposible superar un inicio tan apabullante a menos que seas, claro, Stan Getz y te acompañen Jim McNeely (piano) y Marc Johnson (bajo). Hay otras versiones, incluso aquellas interpretadas por Duke Ellington (para quien Billy Strayhorn compuso el tema, poco antes de morir de un cáncer terminal), pero ninguna otra versión causa el mismo impacto.
Creo que el inicio cogió a todos por igual. El saxo de Getz entra con toda la fuerza y sentimiento de la balada. Los sutiles detalles del piano de McNeely adornan el discurso de este y la sólida línea de bajo de Johnson enmarca todo bellamente. No sé si en este tema toca la batería Victor Lewis o Billy Hart, pero los delicados toques a los platillos destellaban en el loft de Werner cuales fuegos artificiales que se aprecian a la distancia, dejando detrás de si una luz que atrapaba y parecía quedarse flotando en el aire. La amplitud del escenario era magnífica, apreciando claramente la posición de los distintos músicos en escena y una profundidad que, lamento decir, no he apreciado con mi sistema. Este ha sido un momento muy memorable para mi a nivel personal y agradezco a todos quienes han intervenido para lograr que pudiera vivirlo.
En cuanto a la amplificación, lo que cabe esperarse de Air Tight. Un sonido cálido, balanceado, detallado y con un perfil más que agradable. El conjunto formado por el ATC-5 y el ATM 2 plus, con sólo 70W movía sin dificultad los imponentes MAAT quienes, gracias a su alta eficiencia (100db) rendían la presentación sin esfuerzo y con un volumen de escucha más que adecuado.
En cuanto a las fuentes, ahora que me encuentro en un periodo de descubrimiento de fuentes digitales, el Wadax Studio Player fue un deleite. Sin duda una estrella en todo su derecho. Una operación impecable a través de la aplicación Mconnect. La integración de la capacidad de streaming y la reproducción de CD/SACD es una ventaja enorme, como fue posible apreciar gracias a la facilidad con que se cambiaba entre uno y otro formato para la audición.
Se trata de un equipo imponente en cuanto a tamaño y presencia, que en presencia de las MAAT de 300 kgs cada una, no se encontraba fuera de lugar y, para nada, empequeñecía. Estoy más que impresionado por la calidad de Wadax que ya es, sin duda alguna, una de las marcas de referencia a nivel High-End en el mundo entero. Es un orgullo que se trate de una marca nacional y espero tener oportunidad de conocer más a fondo su oferta de manera directa.
El frente analógico, por supuesto, no desmerecía en lo absoluto. El combo del tocadiscos y el previo de phono artesanal nos permitió disfrutar de algunas entradas en vinilo, entre las que destacó la reproducción de un par de temas de Pink Floyd - The Wall. Desde luego, con un maravilloso escenario y rango dinámico. Realmente una experiencia memorable en toda su extensión.
Era apreciable la calidad y calidez del medio analógico pero, contrario a lo que se pudiera pensar, el formato digital no desmerecía en lo absoluto. Considero que en ambos extremos se alcanzaba un sonido balanceado y muy agradable al oído.
Si mi breve y, seguramente escueta reseña, hace la mínima justicia a la calidad de los componentes que he escuchado, todos Ustedes que me leen y hayan podido experimentar algo similar seguramente se sentirán identificados. Una cosa es clara. Prepárense para las siguientes audiciones y eventos organizados por Werner, seguramente los disfrutan muchísimo.
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