El genio de Lukasz Fikus continúa impulsando una de las más reconocidas y laureadas líneas de DAC's con su última versión del modelo de entrada, el Amber 5.
Curioso. Aunque todo mundo habla del revival del vinilo y, últimamente, también del CD yo me veo cada vez más orillado al mundo digital. No mentiré, el cambio me cuesta. He dicho en ocasiones anteriores que el tener en la mano un disco, un libro y otros elementos que han ido mutando a sus contrapartes virtuales, formaba parte de la experiencia de disfrute para mi pero, seamos honestos, es de sabios cambiar de opinión. Por otro lado, el incremento de precio que han sufrido estos formatos, desde mi perspectiva, juega en contra de los mismos, pues no sólo debemos ya asumir los costes del equipo para su reproducción, la inconveniencia de su almacenamiento y cuidado, sino también un pequeño "impuesto" en razón de la moda que les rodea. Tan sólo en lo que va del año, 3 amistades cercanas con poco interés en el mundo de la alta fidelidad, por no decir nulo, han comprado reproductores de baja calidad y discos de vinilo, tras desoír mis recomendaciones de gastar "un poco más".
En este cambio, no poco ha influido la amistad de Ignacio, fundador de Elektra High End, quien me ha llevado por el "mal camino" (o tal vez, sea bueno, eso ya lo deciden Ustedes) del audio digital. Todo comenzó con un par de consultas pues, en una reseña anterior había sufrido la mala suerte de no contar con un DAC de referencia para acompañar al Grimm MU1 que, por razones del destino, me acompañó por poco tiempo y no logré organizar la llegada de un equipo que estuviera en el mismo rango. Aún así el Grimm dejó en mis oídos, una distintiva impresión: El audio digital puede sonar bien, muy bien de hecho.
Cuando me di cuenta, tenía en casa un Innuos Pulse y un Lampizator Amber 5 para reseña, sustituyendo lo que había sido mi frente digital, compuesto por el Bluesound Node y un DAC Eversolo Z8. Habiendo ya disfrutado de las ventajas del streaming previamente, me pareció que era hora de escuchar equipo de mayores prestaciones para decidir, de una vez por todas, si este podía ser el futuro del audio.
Hasta este momento, mi "pega" al audio digital venía aparejada de 2 factores preponderantes. El primero, el coste. Teniendo ya una colección de discos y los equipos necesarios para su reproducción, me parecía ocioso pagar por un servicio de streaming. Aquí rápidamente me quedé sin argumentos, ya que los costes son accesibles, más aún, la disponibilidad de música que me exige el llevar esta plataforma me ha impuesto el requerir acceso a la mayor cantidad de música posible, como parte de las reseñas. No teniendo la suerte de contar con una tienda de discos en mi ciudad (la última habrá cerrado hace cosa de unos 5-6 años), ha sido una necesidad bien recibida. Gracias al streaming no tengo que salir corriendo de casa a buscar cada novedad. No pierdo el tiempo con pre-orders, reclamaciones cuando los discos vienen mal, devoluciones, etc. Además, mi esposa está feliz que el interminable flujo de discos ha bajado considerablemente.
La segunda objeción ha sido, desde un inicio, la calidad del audio. En Facebook, recientemente, un usuario era increpado por decir que al fin había alcanzado que su frente digital sonara como el analógico, a lo que otro le recriminaba el por qué había gastado dinero si ya tenía un frente analógico. El argumento, a mi parecer, fue mal entendido. Un breve intercambio reveló que, en efecto, la afirmación iba encaminada a los "vicios" que plagaban el sonido digital, cuyas calificaciones generalmente se acompañan de calificativos como "frío", "estéril", "analítico", entre otros. Debo decir que el conjunto del Bluesound y el Eversolo me han funcionado bien, pero son equipos de entrada, lo cual implica que tienen sus límites en varios frentes. El primero, el sonido.
En este sentido, recientemente verificaba en otro foro de internet, famoso por su aproximación "objetiva" al tema del audio, que todos los DAC sonaban igual (haciendo esta afirmación incluso ante la incontestable realidad de que en el mismo sitio existen infinidad de reseñas que muestran que, en efecto, los DAC cuentan con características, mediciones y parámetros diferentes). Ahí, los usuarios se preguntaban como alguien podía gastarse 3, 4 o 5 mil euros en un DAC, si era posible, por unos cuantos cientos, tener un DAC asiático con excelentes mediciones. A mi, el pensamiento crítico me lleva siempre, a dudar de cualquier afirmación categórica e, incluso, de algunas con más margen de maniobra. He tenido, al menos, 5 DACS en casa en los últimos 6 meses y, en mi humilde opinión, todos han sonado diferente. Llamarle implementación, llamarle efecto placebo, llamarle como quieran. Cogito ergo sum, decía Descartes. Si pienso que existe una diferencia, esta debe existir necesariamente, aunque sea únicamente para mi.
Ahora, el momento de la verdad había llegado. Después de haber seguido por años las aventuras de Lukasz Fikus desde sus inicios en la web, mediante el blog donde explicaba sus experimentos incluyendo válvulas en los circuitos de salida de audio de reproductores de CD's y de haber leído las impresionantes reseñas de sus equipos, tenía en mis manos un Amber 5, la última versión de su aclamado DAC que, aunque es el inicio de la gama de la marca, siempre recibe críticas muy favorables. Por suerte, no me pasaría lo que me ocurrió con el Grimm, pues ahora el equipo colindante, a mi parecer, acompañaba a la calidad del equipo aunque, claro, aquí estáis invitados a diferir (respetuosamente).
Construcción.
Seamos honestos. El diseño de los LampizatOr, al menos en este rango de precios, no cuenta con ningún adorno. Sin embargo, el diseño brutalista y espartano tiene sus seguidores (contarme entre ellos). Incluso, el curioso detalle de situar el botón iluminado por LED en la O de la marca me parece un cómico guiño a la seriedad del hobby en su conjunto y suscribo el ethos de decir que, lo importante, está en el interior (algo a lo que todos los poco agraciados en el departamento de la belleza nos debemos creer). Eso si, el gabinete o chasis, por más sencillo que se vea, se siente y se aprecia de buena calidad. Esto es innegable. La gruesa placa frontal ya nos da prueba de ello, al igual que la solidez y tacto del chasis y la calidad de los conectores en la parte trasera.
En el frente, la placa de aluminio acabada en color negro no revela nada sobre el equipo que, en este caso, es el más sencillo dentro de la gama, con salidas RCA (No balanceadas) ni circuito de pre amplificación, ya que cuento con mi infalible previo McIntosh C504. Tampoco el color (negro en mi caso) sin ningún adorno ni válvulas que sobresalgan por el superior del equipo, como sus hermanos mayores.
El Amber 5 es, como su nombre lo indica, la 5ta evolución del modelo, con más de 15 años de desarrollo a sus espaldas. Consecuencia del desarrollo alcanzado con el Engine 11 (el circuito de DAC de las gamas superiores como Baltic, Atlantic, Etc.), el efecto "trickle down", llegó al inicio de la gama y los beneficios de la mejorada tecnología de sus hermanos mayores ha alcanzado al Amber. La sección analógica se conserva entre el Amber 4 y el 5, manteniendo así una firma sonora parecida pero con los beneficios del frente digital. A los entendidos en la marca, el Engine 11 les parece la más importante evolución dentro del rango de DACS, se agradece que LampizatOr haya decidido ponerlo al alcance de quienes optan por el hermano pequeño.
El equipo es, en un primer momento, indistinguible del LampizatOr Silk que ocupa la balda inferior en el rack. En el Amber, sin embargo, el botón que se aloja en la O del nombre funciona como selector de fuente, no como botón de encendido, lo que permite cambiar entre de las entradas digitales a la USB, el mismo se ilumina en color blanco el encender el equipo, indicando su funcionamiento.
En la parte trasera encontramos las conexiones y el selector de encendido, así como el de fuente. La calidad de las conexiones revela las altas prestaciones del equipo.
En el interior, la placa muestra las válvulas (apenas visibles desde la ventilación en la parte superior del chasis). El interior es un despliegue de componentes de excelente nivel y atención al detalle. Fikuz es famoso por poner valor en donde hace falta, lo que resulta evidente al echar un vistazo a las "tripas" del Amber 5.
Desde luego, el Amber 5 está disponible con previo. El equipo, entonces, integra una pantalla para mostrar información y, desde luego, tiene un coste mayor.
Imagen de muestra, tomada de la web de LampizatOr, todos los derechos reservados a sus respectivos propietarios
Como suena.
El equipo asociado a esta prueba fue el siguiente:
Previo: McIntosh C504
Amplificador: McIntosh MC502
Plataforma Streaming: Qobuz a través de la app Innuos Sense
Streamer: Innuos Pulse
Cables de corriente: Bazco Audio L1 (custom)
Altavoces: Graham Chartwell LS6
Cables Altavoz: Nordost Blue Heaven
Habiendo conectado todo y verificando la preparación, di unos 15-20 minutos a que el equipo alcanzara temperatura de operación, cuestión especialmente relevante cuando los mismos cuentan con válvulas en sus circuitos. Elegí un álbum y di a play en la aplicación Innuos Sense. ¿El resultado? Frisson.
Frisson es el término francés que se utiliza para describir la sensación de "piel de gallina" y placer, producida por la escucha de música. ¿El tema que lo produjo? Blood Count - Stan Getz Quartet. Ahora tenía que hacer 2 llamadas. La primera al traumatólogo, para que me re colocara la mandíbula que me había caído al suelo de la impresión, la segunda, una vez realizado el proceso de re alineación, a Ignacio de Elektra. El Amber 5 no iba a volver a él después de la reseña, había encontrado un nuevo hogar.
Blood Count - Stan Getz Quartet (Pure Getz). La introducción de este tema, en un buen sistema de sonido, os garantizo que os producirá una sensación de bienestar que os recorrerá la espina. Es, bajo cualquier concepto, un baremo y un must have para cualquier prueba que realizo en un sistema de sonido. La profundidad, calidez y extensión que abarcan esas primeras notas son, por mucho, una experiencia íntima que despierta en mí algo primordial. Le acompaña, por supuesto, un excelente tema, con infinidad de detalles, texturas y una apreciable profundidad en el escenario. Ojo, que hay varias versiones y únicamente la de este álbum es la que conserva ese impacto.
La profundidad del escenario, los destellos de los platillos, la profundidad y naturalidad de la "voz" del saxofón. La delicadeza del piano en el fondo. De verdad, imperdible. El Amber 5 aportó a todo, un toque que no había escuchado anteriormente. Lo más cercano, ampliado en cuanto a dimensión, fue en la escucha de un conjunto de equipo y altavoces que superaba el cuarto de millón de euros. Pero todo el detalle y el sentimiento fue expresado bellamente por el DAC. Con un impecable trazado y dimensión que parecía exceder las reducidas dimensiones de mi sala y llevó a las Graham a un nuevo nivel de detalle que, desconocía, podían brindar.
Mónica Mancini - Cinema Paradiso. Ah, ¿cómo no probar un DAC con una agradable voz femenina? Entra, por la derecha, Mónica Mancini. Un delicado sonido de piano nos facilita la transición a una composición acústica en formato orquesta, donde los violines tocan una relajante melodía que enmarca la poderosa voz de Mancini.
Una buena extensión en el área del rango dinámico nos lleva de una marcada y presente línea de graves a los destellos y agradable textura de Mancini, el tema Cinema Paradiso, verdaderamente se siente cinematográfico, recordando la extensión que tienen las proyecciones del 7mo. arte.
Detalles aparte, la naturalidad con que se presenta la voz nos hace olvidar rápidamente que se trata de un equipo de reproducción en formato digital, pues la presencia, calidez y musicalidad apartan cualquier adjetivo que se acerque a los términos "analítico", "frío" o sus paralelos.
Jérôme Sabbagh - Heart. Un descubrimiento de álbum. Jazz contemporáneo con un excelente sonido y una sucesión de temas impresionantemente bien arreglados y ejecutados. El escenario en esta grabación es, e-nor-me. Es decir, la magnitud de la escena, proyectada a través de las Graham LS6 sorprende y, sin duda, se debe en gran medida al LampizatOr, pues el DAC anterior, aunque tenía varias virtudes, se ha visto claramente superado.
La presentación no sólo ha ganado en amplitud, sino en profundidad. El sonido ha adquirido una dimensión más a través del sistema y la excelente grabación. El detalle y textura de los instrumentos se transmite de forma más natural y acompañado de una musicalidad que es difícil apreciar con otros frentes digitales, según mi experiencia.
Conclusiones.
LampizatOr es una marca algo polémica en cuanto a su ethos se trata. Algunos están de acuerdo con los diseños minimalistas y excéntricos de los equipos, algunos incluso los han copiado y, otros más, no los toleran. Lo que no divide, o rara vez lo hace, es la calidad del sonido que proporcionan los equipos de la marca. Quien ha escuchado un LampizatOr no lo olvida, os lo garantizo.
En mi caso, no tardé ni 30 segundos en enamorarme del sonido de la marca, tan es así que el logotipo de la empresa rápidamente se expande en los espacios de mi rack. Como explicaba en esta reseña, me bastó con escuchar la intro a Blood Count y quedar, ¿cuál sería la palabra? ¿Estupefacto, sorprendido, prendado? Elegir a voluntad. El Amber 5 es así de bueno, ¿para que tratar de venderos la moto? Lo repito, por si no ha quedado claro: Lo escuché 30 segundos y me decidí a comprarlo. Es, por mucho, la mejor compra que he hecho en años en el mundo de la alta fidelidad.
Ahora bien. En este rango de precios, existen varias opciones para hacerse con un DAC de calidad y que nos presente un sonido agradable, equilibrado, cálido, detallado y, sobre todo, de alta calidad. En este sentido, LampizatOr ofrece un acercamiento novedoso al tema, aportando una visión personal. Las válvulas suenan mejor y, en todo caso, un buen desarrollo e implementación de válvulas, tiene un coste que le acompaña, el coste es el tiempo. Tiempo que ha tenido el genio de Fikus en desarrollar los componentes que integran el Amber 5 y sus hermanos mayores.
Sí, hay varias opciones. ¿Tan buenas como el LampizatOr? Sacar la calculadora y multiplicar su coste por 3 o, incluso, por 4. Qué sólo entonces os estaréis acercando, en términos de sonido, al verdadero valor del equipo.
Donde comprar.
El LampizatOr Amber 5 está disponible en sus 4 variantes (Salidas RCA o XLR Balanceadas y con pre amplificación o no) y sus 2 acabados (Negro y gris) a través de Elektra HiEnd, distribuidor en España de esta y otras excelentes marcas de alta fidelidad.
Garantía de 3 años gratuita, extensible anualmente o, por un coste adicional, garantía de por vida.
Galería.
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